Bartomeu desvela que la previsión de ingresos para la presente campaña 2019-2020, será de 1.060 millones de euros.

La temporada pasada, que acabó en junio de 2018, fue un tanto atípica para el Barça en cuanto a nivel económico se refiere, pues se produjo el pago de la cláusula de rescisión de Neymar, los famosos 222 millones de euros.

Esto provocó un giro en las cuentas del club, que se tradujo en un balance económico con el que el Barcelona trabaja a largo plazo, y que le va a permitir tener la capacidad suficiente para poder pagar bien, y de forma adecuada, los fichajes de este curso, sin endeudarse a corto plazo. Para esta campaña 2019-2020 se prevé una facturación de 1.060 millones de euros.

Así pues, el Barcelona trabaja con el endeudamiento a largo plazo que le va a permitir tener unos rendimientos financieros interesantes, como ya ha apuntado el profesor y economista Gay de Liébana. El Barça hace un cambio positivo en cuanto a su estrategia financiera, porque así lo necesita un club líder.

El presidente, Josep Maria Bartomeu, aseguró que: “No se van a subir los precios de los abonos”, aunque eso supondría unos ingresos rápidos y seguros para el Barça, pero se quiere mantener la premisa de “cultura de club popular”, es decir, que el Barça es propiedad de todos sus socios. Lo positivo es que la remodelación del Camp Nou, y los costes de construcción del futuro Espai Barça, se han incrementado un 15% tras finalizarse el curso pasado, y alcanzando una cifra cercana a los 690 millones de euros.

 Bartomeu remarcó además que el Barcelona: “se encuentra en una situación sólida”, ya que entidades financieras como Goldman Sachs se han acercado hasta el club azulgrana, para ofrecerle el 100% de la financiación de unas obras que deberían finalizar en 2024.

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